Sergio Torretti Costa_Presidente Cámara Chilena de la Construcción
Con la caída de 1,8% de la inversión anual en construcción registrada en 2017, nuestro sector anotó tres años consecutivos con números rojos, siendo este último año el peor. No obstante, para 2018 vislumbramos un escenario más positivo.
De acuerdo con el informe Macroeconomía y Construcción (MACh) que elabora nuestro gremio, este año la inversión sectorial registraría un crecimiento de 2,4% anual, dado principalmente por una menor base de comparación y un alza de la inversión tanto en infraestructura (2,7%) como habitacional (1,8%).
Las cifras también son algo más auspiciosas respecto del desempleo en el sector, ya que en 2018 promediaría 9,3%, cifra que el año pasado llegó a 9,8%, debido a la escasa renovación de proyectos y a la baja actividad inmobiliaria privada.
En cuanto a inversión en infraestructura pública, en 2017 registró un incremento anual de 1,1%, producto de un aumento marginal del presupuesto público, mientras que para 2018 el informe MACh proyecta un crecimiento de 2,2% en doce meses, impulsado principalmente por inversiones en infraestructura sanitaria, lo que compensaría la menor inversión real prevista en el presupuesto público para el presente año.
En materia de concesiones, cabe destacar que para 2018 se estima un flujo de inversión de US$ 613 millones, menor que en 2017, básicamente por la finalización de obras relevantes y una escasa incorporación de nuevos proyectos.
En tanto, sobre infraestructura productiva privada, para 2018 se proyecta que la inversión en este subsector crecerá 2,8% anual. Si bien la inversión en proyectos de mayor tamaño alcanzaría los US$ 9.133 millones, de los cuales US$ 4.938 serían gasto en construcción, esto se compensaría con la ejecución de proyectos medianos y pequeños. Cabe mencionar que 2017 fue el cuarto año de caída en esta inversión, lo que explica en gran medida los malos números del sector.
Respecto de la inversión en vivienda pública, para 2018 se proyecta que esta se volverá a contraer, registrando una caída de 2% en doce meses, en un contexto, eso sí, de al menos siete años consecutivos con una alta inversión pública en esta materia.
En cambio, para la inversión en vivienda privada proyectamos un crecimiento anual de 2,8%, reflejo de la recuperación de las expectativas, el mayor otorgamiento de permisos de edificación habitacional y el incremento del ingreso de nuevos proyectos inmobiliarios durante la segunda mitad de 2017.
Ahora bien, más allá de los datos específicos, estimamos que un factor clave para mejorar la inversión global de la economía –y, por ende, en construcción– es el fortalecimiento de los consensos básicos respecto de la estrategia de desarrollo que debe seguir nuestro país en los próximos años.
Asimismo, esperamos que el crecimiento económico vuelva a estar en el centro de la gestión política, no solo en beneficio de los sectores productivos, sino como condición necesaria para el cumplimiento de las demandas y las expectativas de las personas.
La llegada de nuevas autoridades es una oportunidad en este sentido y nuestro gremio está disponible, tal como lo ha hecho a lo largo de toda su historia, a trabajar con ellas para mejorar la calidad de vida de los habitantes del país.
Edición N°175, Enero 2018