Seminario principal: Efectos de un nuevo orden mundial

Tema a fondo

Con el destacado cientista político estadounidense Francis Fukuyama como invitado principal, el miércoles 8 de mayo se llevó a cabo el seminario “¿En qué mundo vivimos? Diálogos para enfrentar el futuro”. En la ocasión, el politólogo analizó las razones por las cuales la democracia liberal y la economía social de mercado entraron en recesión, dando espacio al ascenso del populismo en algunos países del mundo.

Por Ximena Greene


Con la presencia de destacadas autoridades gremiales y de Gobierno, el 8 de mayo se iniciaron las jornadas de seminarios y charlas de la última versión de la Semana de la Construcción. Entre los asistentes al Gran Salón del centro de eventos CasaPiedra, se encontraban el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Gonzalo Blumel; la exministra Carolina Tohá; el presidente de la CChC, Patricio Donoso; el past presidente de la entidad gremial, Sergio Torretti, y la gerente general de la CChC, Paula Urenda, entre otros.

El seminario principal tuvo como título “¿En qué mundo vivimos? Diálogos para enfrentar el futuro”, cuyo principal orador fue el reconocido politólogo estadounidense, Francis Fukuyama. El nombre del encuentro –detalló Patricio Donoso– quiso reflejar la búsqueda de un sano intercambio de ideas en el camino de Chile hacia el desarrollo. “El mundo atraviesa tiempos muy inciertos, pero no más complejos que otros tantos momentos de la historia de la humanidad en que la igualdad de las personas ante la ley y el respeto por los derechos fundamentales eran prácticamente una ilusión”, advirtió el presidente de la CChC.

En este contexto, el surgimiento de grupos con ideas nacionalistas en diferentes partes del mundo, representados por líderes carismáticos que buscan una relación directa con las personas por sobre las instituciones, han puesto en jaque los valores mencionados. Así las cosas, Donoso extendió una invitación a los asistentes para reflexionar sobre la democracia liberal y la economía social de mercado, con el fin de entender en profundidad los fundamentos que han hecho crecer los fenómenos mencionados y tratar de responder a la pregunta ¿en qué mundo vivimos?

Al Auge del Populismo

Destacado cientista político estadounidense y director del Centro para la Democracia, el Desarrollo y el Estado de Derecho de la Universidad de Stanford, Francis Fukuyama lleva más de 30 años investigando los fenómenos sociales ligados a los desafíos que presenta la globalización. En su presentación, titulada “Infraestructura pública y los desafíos de la globalización”, el politólogo realizó un profundo análisis acerca del desarrollo del liberalismo en el mundo occidental y el ascenso del nacionalismo populista, con una mirada particular sobre los líderes políticos que hoy gobiernan algunos países de América Latina. Además, se refirió a los modelos de políticas de desarrollo de infraestructura pública de China y Estados Unidos, y cómo estos se comportan de manera muy distinta, tanto en el mercado global como en el interno.

Según el experto, durante los últimos 65 años el mundo ha vivido bajo lo que se conoce como el Orden Internacional Liberal. Sus componentes económicos y políticos fueron moldeados por el poder de los Estados Unidos en la década posterior a la Segunda Guerra Mundial. Dentro de sus impactos positivos es posible reconocer a la globalización como el gran motor que permitió que millones de personas salieran de la pobreza, con un Producto Interno Bruto global que se cuadruplicó entre los años 1970 y 2008.

Sin embargo, a pesar de estos logros, la democracia liberal y la economía social de mercado entraron en el último tiempo en un período de recesión, lo que posibilitó el surgimiento de los populismos nacionalistas, con líderes carismáticos que, una vez que son electos democráticamente, perturban el Estado de Derecho.

Para Fukuyama, este nuevo populismo se basa principalmente en tres factores claves. El primero tiene que ver con los impactos desiguales que generan la globalización y los avances del mundo de la tecnología. El segundo se relaciona con la debilidad de las democracias liberales frente a las amenazas económicas y de seguridad. Por último, hay un factor cultural asociado a la inmigración como amenaza a la identidad de cada nación. “Ustedes en América Latina están acostumbrados a ver gobiernos populistas de izquierda. Sin embargo, hoy están frente a la irrupción de un populismo nuevo y de derecha con la elección de Jair Bolsonaro como presidente de Brasil”, comentó.

“El riesgo de que el populismo recrudezca en América Latina se debe principalmente a que la región no ha sido capaz de constituir Estados modernos. En cambio, la corrupción y las largas negociaciones, que hacen que las respuestas a veces tomen demasiado tiempo, debilitan el funcionamiento del sistema político y producen que este no pueda responder de manera eficaz ante la irrupción de estas nuevas inequidades e inquietudes ciudadanas”, expuso Fukuyama.

El gigante asiático

Después de tres décadas de expansión económica, China se ha convertido en la mayor economía del mundo detrás Estados Unidos, así como en una potencia para la inversión y el comercio mundial. De esta manera, Fukuyama advirtió sobre la importancia de dimensionar la irrupción de China, su poderío en el mercado de la infraestructura y en sus inversiones en países en vías de desarrollo. “Lo que está haciendo China es satisfacer una importante necesidad de capital, de infraestructura, que Occidente no ha estado proporcionando en los últimos años”, señaló.

Si bien esto puede ser potencialmente bueno para un país con necesidades de infraestructura importantes, el experto puso énfasis en la relevancia de que los gobiernos entiendan que el gigante asiático es un competidor muy agresivo, sin grandes estándares de sostenibilidad y con un conocimiento limitado del riesgo financiero, algo altamente peligroso para una nación emergente.

A diferencia de China, Occidente se ha centrado cada vez más en temas como salud pública, buena gobernanza, la lucha contra la corrupción y el empoderamiento de las mujeres, lo que ha ralentizado ciertas inversiones. «La gente quiere infraestructura, como carreteras y electricidad, y tanto el sector público como el privado lo están cumpliendo, pero a tasas más bajas que las necesidades que requiere la globalización», concluyó.

El futuro de la democracia

Tras su presentación, Francis Fukuyama participó de un panel de discusión moderado por el editor general de Pauta, Eduardo Olivares, y que contó con la participación de la exministra y alcaldesa, Carolina Tohá; Gonzalo Blumel, ministro Secretario General de la Presidencia y Daniel Mansuy, filósofo, cientista político e investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad.

Los invitados discutieron sobre la apreciación que tiene el politólogo estadounidense acerca de que Chile no presenta los mismos grados de corrupción que se aprecian en otros países de América Latina. Frente a ella, el ministro Blumel señaló que, si bien Chile tiene una tradición de instituciones sólidas a lo largo de toda su historia, es importante continuar con la tarea de seguir modernizándolas. “Esta es una posta que debe traspasarse de Gobierno a Gobierno. Debemos esforzarnos, transversalmente, para que esta agenda avance y no pierda lugar ante otras reformas que son más vistosas”, señaló.

Para Carolina Tohá, en cambio, la verdadera tragedia de la corrupción es la pérdida de la confianza en las instituciones democráticas, independiente del bando político. “Debemos adelantarnos a los escándalos y reaccionar antes de que exploten”, comentó.

Por último, Daniel Mansuy expresó que, más allá de las dificultades de un Gobierno u otro, es posible afirmar que Chile, en términos generales, sí ha logrado tener gobiernos robustos, a diferencia de lo que ha ocurrido en gran parte de América Latina. Sin embargo, coincidió con Fukuyama en la dificultad que ha tenido la región para instaurar y consolidar un Estado de Derecho. “Los estados en América Latina son, en algún sentido, estados fallidos», sentenció

Fukuyama realizó un profundo análisis acerca del desarrollo del liberalismo en el mundo occidental y el ascenso del nacionalismo populista, con una mirada particular sobre los líderes políticos que hoy gobiernan algunos países de América Latina.

Fukuyama advirtió sobre la importancia de dimensionar el poderío de China en el mercado de la infraestructura y en sus inversiones en países en vías de desarrollo. “Lo que está haciendo China es satisfacer una importante necesidad de capital, de infraestructura, que Occidente no ha estado proporcionando en los últimos años”, señaló.

Edición N°190, Junio 2019

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