Eduardo Frei Ruiz-Tagle “HEMOS PUESTO EL TEMA DE LA INFRAESTRUCTURA SOBRE LA MESA”

Entrevista

EL CONSEJO DE POLÍTICAS DE INFRAESTRUCTURA (CPI) CUMPLE DIEZ AÑOS Y
SU PRESIDENTE, EDUARDO FREI RUIZ-TAGLE, REFLEXIONA SOBRE SU ROL, LA
IMPORTANCIA DE DESARROLLAR LA INFRAESTRUCTURA, EL APORTE QUE HA
HECHO EL SISTEMA DE CONCESIONES PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA EN
CHILE Y LOS DESAFÍOS DEL PAÍS EN OBRAS PÚBLICAS.

Por Jorge Velasco C_Fotos gentileza Eduardo Frei.


El ex Presidente de la República y exsenador, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, continúa con una activa agenda en asuntos públicos. Hoy, como presidente del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), reflexiona sobre la importancia de la infraestructura e
impulsa políticas de largo plazo para obras públicas y privadas con el fin de promover el desarrollo de Chile.

Se cumplen 10 años del surgimiento de este centro de estudios, análisis y propuestas, que se caracteriza por su transversalidad: está compuesto por expresidentes, exministros de Hacienda, Economía, Obras Públicas, Agricultura, Vivienda y Urbanismo, y está apoyado por una decena de universidades y  gremios, entre los que se encuentra la Cámara Chilena de la Construcción.

El CPI surgió con la visión de apreciar a la infraestructura como “un poderoso instrumento de transformación social, que además de mejorar la calidad de vida de las personas, es clave en el crecimiento de Chile”. Y es que, como destaca Eduardo Frei, la inversión en este tipo de obras “mueve a miles de pequeñas y medianas empresas que son abastecedoras del sector construcción y del sector infraestructura. Significa creación
de empleo inmediato, lo que permite tener un mayor crecimiento que necesitamos con mucha fuerza en este tiempo”

RETOMAR LAS CONCESIONES

Durante su gobierno (1994-2000), Frei potenció la realización de obras de infraestructura en el país, inauguró la primer a obra concesionada –el Túnel El Melón– e impulsó fuertemente este sistema de asociación público-privada. También le dio especial fuerza al comercio exterior de Chile, a través de la firma de diversos tratados internacionales, y lo continuó expandiendo posteriormente como embajador extraordinario y plenipotenciario de Chile para la Región de Asia-Pacífico (2014-2022). “La infraestructura –afirma– es básica para que Chile progrese, tanto a nivel internacional, considerando que el 75% de nuestro PIB está en el comercio exterior, como para el desarrollo interno del país”.

En la actualidad, como presidente del CPI trabaja sobre algunos de los ejes que marcaron su gestión en las últimas décadas –infraestructura, concesiones, libre mercado, competitividad, expansión internacional– y muestra su preocupación por la manera en que el país enfrenta su desarrollo, mostrando rezagos en obras públicas, vivienda y conexión digital.

¿Cuáles deberían ser las prioridades en obras públicas?

En el caso, por ejemplo, del comercio exterior, como CPI le hemos entregado a todas las autoridades un listado de proyectos. Entre otros, incluye centros logísticos unidos a ferrocarriles. Hoy día nuestra cadena logística es de un alto costo, muy superior a la de la OCDE. Por eso, no podemos pensar en seguir transportando el 93% de toda la carga de exportación solamente por camiones. Y eso significa construir ferrocarriles en los grandes centros de exportaciones y centros modales de recepción en las regiones Metropolitana, de Valparaíso, Biobío y del Maule, entre otras, para aprovechar toda la
infraestructura portuaria.

Debemos también tener puertos de gran escala en Chile y especializar otros. Nuestros vecinos (Perú) ya están construyendo un puerto a gran escala (Chancay, 80 kilómetros al norte de Lima), que va a estar terminado en su primera etapa el año 2024 y al que van a llegar barcos con 18 mil TEU de capacidad, los más grandes del mundo. ¿Y qué vamos a hacer nosotros si no estamos preparados para eso? Nuestros puertos van a ser de cabotaje.

Tenemos también los proyectos de fibra óptica, de los que ya llevamos hartos años hablando. Si no los hacemos, estaremos desconectados. Y estar desconectados en este mundo hoy día es muy peligroso.

En la parte del desarrollo interno, tenemos que desarrollar las regiones. Hay proyectos indispensables, como son los que Chile necesita en materia de conexión energética. Hoy día contamos con una altísima producción de energía en el norte y no tenemos cómo transmitirla hacia la zona central. En tanto, la Región del Biobío tiene una actividad exportadora muy grande y una gran cantidad de puertos para los cuales hay que hacer los pasos fronterizos. Eso se viene analizando desde hace varios años con todas las autoridades argentinas de la zona centro sur: podrían sacar todos sus productos por los
puertos chilenos para ir hacia el Asia.

“LA INFRAESTRUCTURA ES BÁSICA PARA QUE
Chile progrese, tanto a nivel internacional, considerando que el 75% de nuestro
PIB está en el comercio exterior, como para el desarrollo interno del país”.

“A NIVEL PAÍS HEMOS VISTO QUE LAS CONCESIONES
han sido un aporte fundamental al desarrollo. Las cifras que hemos recogido,
después de estar trabajando en concesiones por 30 años, significan inversiones
por cerca US$ 30.000 millones y la ejecución de más de 100 proyectos”.

“ASÍ COMO TENEMOS UN BANCO CENTRAL,
podría haber un Centro de Estudios de la Infraestructura de Chile
para los próximos diez, veinte o treinta años”.

Otro sector fundamental es el de los recursos hídricos. El cambio climático está afectando a nuestro país. Ya tenemos varios años de sequía. Tuvimos un tremendo temporal en el invierno y el agua se fue al mar. Me parece absurdo que en un país como Chile, que no tiene ríos, sino torrentes, vengan temporales y se vaya toda el agua al mar porque no tenemos embalses. Debemos construir embalses de triple uso, que sirvan para agua potable, energía y regadío.

Además, para todo el norte de Chile, hay que hacer plantas desaladoras. Hoy día hay más de 24 plantas desaladoras en el país, que están aportando cerca de 10 mil litros por segundo, y los proyectos que están preparándose son otra cantidad similar, que permitirían llegar en cortos años a tener casi 30.000 litros por segundo de agua desalada, lo que llevaría a resolver el problema de crisis hídrica que tenemos desde Santiago hacia el norte.

También hay que incluir los proyectos de grandes ciudades que necesitamos. Existe un déficit habitacional de 600 mil viviendas y se espera que de aquí al año 2028 tengamos más de un millón de familias sin casa. Y para eso necesitamos ciudades conectadas, con servicios públicos de calidad, con ferrocarriles de cercanía, con tranvías, hospitales y cárceles.

¿Cómo se pueden reimpulsar las concesiones?

A nivel país hemos visto que las concesiones han sido un aporte fundamental al desarrollo. Las cifras que hemos recogido, después de estar trabajando en concesiones por 30 años, significan inversiones por cerca US$ 30.000 millones y la ejecución de más
de 100 proyectos. Y creo que eso tenemos que retomarlo con mucha fuerza. El MOP invierte del orden del 2,4% del PIB, pero necesitamos, para tener una infraestructura competitiva de acuerdo a lo que Chile es hoy día, una inversión del PIB del 3,5% en infraestructura de todo tipo. Y eso lo puede hacer la asociación público privada sin problemas, para que el estado se dedique a otras funciones en distintos sectores.

Me alegra mucho que la ministra de Obras Públicas, a raíz de los grandes temporales que tuvimos y los desafíos que hubo en temas hídricos y viales, haya señalado que se deben retomar las concesiones con fuerza. Ha entregado una cantidad de proyectos que se van a licitar. Son varios miles de millones de dólares que el Estado no va a tener en los próximos tres o cuatro años, ya que el gobierno tiene otras prioridades que cumplir.

¿En qué áreas podrían aplicarse?

Hay necesidades en cada sector de la economía. Están las autopistas, puertos y aeropuertos. En hidrógeno verde y litio, por ejemplo, tenemos las condiciones, pero hay que hacer las inversiones. Y ésas no las puede hacer el Estado, porque el Estado está concentrado en otras materias como seguridad y desarrollo social. Si no se realizan estos proyectos por asociación público-privada, no se van a hacer. Y si no los hacemos nosotros en Chile, se van a desarrollar en otros países. Escuché que ya se están fabricando baterías de sodio y en diez años más, ¿cuántas baterías se van a hacer que no van a ser de litio? Entonces, tenemos que ser más audaces y no detener estas inversiones que son claves para nuestro futuro.

Por otra parte, hace poco el ministro de Justicia decía que hacía diez años que no se construían cárceles. Bueno, ¿por qué no se concesionan las cárceles y solucionamos ese problema? Por otra parte, ¿cuántos embalses podríamos hacer hoy día con el sistema de concesiones? Antiguamente, todos los embalses los construía el MOP y se entregaban a administración de los dueños de cuencas y propietarios de derechos de agua. Por lo tanto, eso se puede hacer también.

NUEVA INSTITUCIONALIDAD

Desde su formación en 2013, el CPI ha realizado diversas propuestas a los distintos gobiernos (Sebastián Piñera, Michelle Bachelet y Gabriel Boric). Entre ellas destaca, por ejemplo, el Fondo de Infraestructura, constituido finalmente el 2018 y que se llama Desarrollo País. Entre otras iniciativas, adquirió terrenos para un Banco de Suelo en el
marco del Plan de Emergencia Habitacional, impulsado por el Ministerio de Vivienda y
Urbanismo, y también está desarrollando un proyecto de un cable de fibra óptica de 14.800 kilómetros entre Chile y el Asia Pacífico.

¿Cómo evalúa el rol que ha tenido el CPI en estos diez años?

El CPI es una institución que no es conflictiva, donde están todos los sectores políticos representados. Su rol principal ha sido poner el tema de la infraestructura sobre la mesa. Hasta hace 10 o 15 años, éste no aparecía en las prioridades. Incluso hoy día muchas veces no lo hace. Por ejemplo, si se miran los debates de la última elección presidencial, la palabra infraestructura y todo lo que condice no la escuchamos. Pero, al menos, hemos puesto a la infraestructura en el debate. Esperamos que no sean los grandes desastres naturales los que nos lleven a tomar las decisiones, sino el convencimiento de que los proyectos son buenos para el país. En eso vamos a trabajar siempre.

¿Podría haber alguna institución u organismo que hiciera que las obras de infraestructura sean de Estado y no de gobierno?

Normalmente, los proyectos de infraestructura son de larga duración: hay que hacer estudios de factibilidad, de ingeniería, abordar temas medioambientales y después ejecutar las iniciativas. Entonces, no son proyectos que se miran en un solo gobierno, sino en varios. Por eso, en diciembre le entregamos al gobierno una propuesta para que exista una institucionalidad permanente del Estado y tener políticas que vayan más allá de los gobiernos. Así como en el sector económico hay varias instituciones donde trabajan el sector público y el sector privado, creemos que aquí no se puede quedar a la voluntad de un ministro o un subsecretario. Así como tenemos un Banco Central, podría haber un Centro de Estudios de la Infraestructura de Chile para los próximos diez, veinte o treinta años. Este proyecto está en manos del gobierno y mientras antes salga sería mejor. Ha llegado la hora de tener una institucionalidad en el país que se ocupe de su infraestructura, que es fundamental para el desarrollo de Chile en el comercio internacional.

¿Es necesaria la modernización de los contratos de obras públicas?

Estas materias se han desarrollado durante muchos años. Pensemos que las concesiones partieron a fines de 1993. Pero los tiempos han cambiado. Hay muchos aspectos de tecnología y contratos que hay que analizar ante las nuevas realidades. En función de eso, también se debe tener a empresas capacitadas y especializadas en estas grandes obras, tanto nacionales como internacionales. Muchas concesiones son a 20, 25 o 30 años, entonces, hay que estar permanentemente revisando el tema. La institucionalidad
que hemos planteado podría ser el lugar donde se resuelvan estos asuntos y no esperar que vengan los conflictos y las soluciones de parche o de última hora para ir arreglando las cosas.

¿Cuáles son los principales desafíos del CPI?

Uno de los principales desafíos es tener esa institucionalidad. Si no, estamos trabajando a pulso y no estamos bien coordinados. El CPI se ha ofrecido no solamente a hacer este proyecto, sino a ser un eje constructor de este desarrollo y de sus posibilidades para el futuro.

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