LA MINISTRA DE OBRAS PÚBLICAS ESTÁ CONSCIENTE DE LA IMPORTANCIA DE LA
CARTERA QUE DIRIGE PARA IMPULSAR LA ECONOMÍA Y EL EMPLEO, AL TIEMPO DE
DOTAR DE INFRAESTRUCTURA PARA EL DESARROLLO DEL PAÍS. ES POR ELLO QUE,
ADEMÁS DE VELAR POR LA SUBSISTENCIA DE LAS EMPRESAS CONSTRUCTORAS, BUSCA
POTENCIAR LA REALIZACIÓN DE OBRAS PARA MEJORAR LA CONECTIVIDAD, LA GESTIÓN
HÍDRICA, EL DESARROLLO SOCIAL Y LA SOSTENIBILIDAD.
Por Jorge Velasco C_Fotos gentileza MOP.
“Que el MOP sea el músculo del Estado para apuntalar la inversión pública y privada y dotar a Chile de la infraestructura que se merece en todo el territorio”. Ese fue el llamado que le hizo en marzo el Presidente Gabriel Boric a la entonces nueva ministra de Obras Públicas, Jessica López, en su ceremonia de juramento como secretaria de Estado.
Ingeniera comercial con mención en Economía de la Universidad de Chile, López arribaba a esta cartera luego de una destacada trayectoria, principalmente en instituciones financieras, y en la que desarrolló una importante labor de más de 30 años en BancoEstado, donde fue gerente de Riesgos, contralora, vicepresidenta del Consejo Directivo, gerenta general y, desde abril de 2022 hasta asumir su nuevo cargo,
presidenta de la institución.
Llegó al MOP consciente de la complejidad del momento económico del país y, en particular, de la realidad de las empresas constructoras. Durante sus primeras semanas
como ministra se reunió con autoridades gremiales y de gobierno como alcaldes, parlamentarios y gobernadores para conocer la situación en profundidad, quienes le manifestaron su preocupación por las obras que iban siendo dejadas de lado y las compañías que iban quedando en el camino.
“Cada empresa que abandona una obra y cada empresa que quiebra impacta fuertemente en las comunidades en las que estaban trabajando, porque es un largo tiempo para poder retomar la construcción de un edificio o un camino, meses en los que la gente debe seguir esperando y esto para nosotros como gobierno es inaceptable”, comenta.
Ante este escenario, sostiene López, el ministerio que encabeza debe “seguir impulsando
medidas que, más que salvar empresas, nos ayuden a salvar obras”, y hace un llamado al sector privado a “poner de su parte, especialmente los bancos y las condiciones que entregan a las empresas”, y a mejorar la “tramitología” cuando una obra tiene problemas, ante lo cual –destaca– la coordinación con el Consejo de Defensa del Estado,
Contraloría y otros ministerios “es clave”
La CChC estima una importante caída en la inversión en construcción para este año, ¿es posible aminorarla? La crisis de la industria de la construcción se arrastra hace años y, sin duda, el alza en los costos de los materiales y la pandemia tuvieron un impacto enorme. Desde el sector público estamos impulsando una serie de proyectos no solo con el fin de evitar esta caída, sino porque tenemos una necesidad real de infraestructura en la que necesitamos avanzar. En este sentido, ya hemos tomado medidas como el reajuste a los contratos nuevos y estamos acelerando algunas licitaciones, lo que creemos que puede ser una señal importante para evitar esta caída.
¿Cómo ha funcionado el reajuste a los contratos de obras?
Como ministerio tuvimos dos medidas que están siendo muy relevantes. Una estuvo
vigente hasta marzo pasado, en la que las empresas con obras en ejecución podían
postular a un reajuste excepcional retroactivo. Más de 400 contratos del MOP obtuvieron este reajuste, lo que significó una
“LA ASOCIACIÓN PÚBLICO-PRIVADA NO ESTÁ
en discusión y, prueba de ello, es la importante cartera que tenemos
para los próximos años por una inversión total de US$ 13.258 millones”.
inversión de más de $ 83 mil millones. Esta medida permitió, además, activar la economía local y asegurar que los contratos se ejecutaran, resguardando el empleo.
Por otra parte, para los nuevos contratos hicimos un reajuste polinómico de precios, donde compartimos los riesgos con las empresas. Desde agosto del año pasado se está incorporando esta medida en nuestras licitaciones y ya cerca del 50% de nuestros nuevos contratos tienen este reajuste. Una cosa relevante es que desde que se estableció
este polinomio, hemos tenido menos licitaciones declaradas desiertas y más oferentes.
PILAR PARA REACTIVAR LA ECONOMÍA
Después de cuatro años en los que hubo pandemia, paralización de obras, caídas de contratos y abandono de proyectos, entre otras dificultades, Jessica López llega a “fortalecer el músculo” de inversión que es el Ministerio de Obras Públicas. “La magnitud de este ministerio es monumental y lo que el MOP hace o deja de hacer impacta a la gente”, afirma.
En este sentido, agrega, “en un ministerio como este, que tiene procesos largos, es trascendental tomar la decisión de comenzar los estudios para materializar una idea.
Son ciclos largos, por lo que creo que más importante que cortar las cintas es tomar las
decisiones sobre el inicio de las obras, estudios y llamados a licitación”.
¿De qué manera se puede mejorar la gestión para ejecutar proyectos más rápido?
El Estado tiene sus procesos, que tienen algunas ventajas como resguardar el uso de los recursos públicos y asegurarse de que lo que se contrate se haga. Pero también tiene desventajas como procesos bien largos que se traducen en que algunas obras se demoren décadas desde que existe la idea hasta eduque se concreten. En este sentido, desde el ministerio estamos trabajando en todas las medidas que nos permitan acortar nuestros plazos internos, teniendo siempre en cuenta el resguardo de los recursos públicos. Por otra parte, estamos conversando con otros ministerios sobre cómo se pueden optimizar todos los plazos de permisos o tramitología, que efectivamente muchas veces terminan impactando en la materialización de las obras.
A su vez, uno de los desafíos para agilizar y darle continuidad a nuestras obras está relacionado con las mejoras en los procesos de modificaciones de contratos. Y en esto estamos trabajando en incorporar una alternativa que permita modificar el contrato de manera más ágil, para no poner en riesgo la continuidad de nuestras obras y la carga financiera de los contratistas.
¿Cuáles son sus principales desafíos como ministra del MOP?
Tenemos que ser un pilar importante del Estado para reactivar la economía, a través de la inversión y la generación de empleos. En ese sentido, en lo que estamos trabajando y nos hemos comprometido es cómo, con las distintas inversiones que generamos, somos capaces de construir obras que permitan la disponibilidad de agua para sus distintos usos, pero sobre todo para asegurar el derecho humano al agua y al saneamiento en todo el país y no solo en las ciudades.
Un segundo pilar es la seguridad para las personas y el desarrollo de infraestructura para el desarrollo social. Ahí tenemos un importante plan de inversión en comisarías, cuarteles de PDI, aduanas y pasos fronterizos, porque hoy los desafíos de Chile en materia de seguridad son realmente muy importantes. También debemos avanzar más rápidamente en la construcción de hospitales, centros eduque cacionales y cuarteles de bomberos, entre otros, que permitan el desarrollo social de todos los habitantes del país.
“CADA EMPRESA QUE ABANDONA UNA OBRA
y cada empresa que quiebra impacta fuertemente en las comunidades
en las que estaban trabajando, porque es un largo tiempo para poder
retomar la construcción de un edificio o un camino”.
Un tercer pilar es mejorar la conectividad de todos los chilenos. Hemos avanzado de una manera espectacular en Santiago y en la zona c entral del país con autopistas y carreteras de primer nivel, pero seguimos con una infraestructura muy deficitaria, especialmente en zonas extremas, y aún no logramos unir Chile por tierra. También tenemos que ensanchar Chile y ser capaces de generar una conectividad de cordillera a
mar, y pasar nuestras fronteras pensando en la importancia que tienen también los corredores bioceánicos.
Como cuarto pilar hay que pensar en los próximos 30 años de concesiones. Este año se cumplen 30 años desde que Chile concesionó el Túnel El Melón, que fue la primera concesión en Chile. Este modelo de financiamiento en asociación público-privada ha sido muy exitoso, pero tenemos que hacernos cargo, primero, de cómo mejoramos los
contratos para que ese éxito también vaya con un respaldo ciudadano de aceptación y cómo incorporamos en las obras el Plan Buen Vecino.
También hay que ver qué tipo de infraestructura necesitaremos en los próximos años. Tenemos necesidades como cárceles y hospitales, pero también necesitamos transporte sustentable, asegurar el agua potable, enfrentar las necesidades de la agricultura y generar un modelo en asociación público-privada.
¿Qué sectores necesitan mejorar sustancialmente la infraestructura?
Diría que hay cuatro grandes tipos de obras en las que necesitamos avanzar de manera más decidida. Una es la conectividad de Chile con la Ruta 5 (Panamericana), la Ruta 7 (Carretera Austral) y la Ruta 9 (Punta Arenas), para que podamos unir de Arica a Magallanes y avanzar en mejorar los caminos que van de cordillera a mar, con todos los desafíos que nos impone la geografía.
Segundo, tenemos que avanzar en edificación pública, donde es necesario construir más y mejores hospitales, comisarías, pasos fronterizos y aduanas, donde hemos empezado a ver también la necesidad de aportar con infraestructura educacional para enfrentar el desafío de educación que enfrenta el país.
Tercero, la movilidad sostenible, donde desde el MOP tenemos el tren Valparaíso-Santiago, los proyectos de teleféricos y tranvías y los electrocorredores, entre otros. Finalmente, también tenemos un déficit importante en infraestructura de riego y multipropósito; ahí contamos con varios proyectos para seguir avanzando.
¿Qué proyectos se priorizarán en Concesiones?
Desde el año pasado establecimos la cartera de proyectos de Concesiones para los próximos cinco años y en ellos seguimos trabajando. Esta cartera se sustenta en cuatro grandes pilares: Ruta Panamericana de Chile y sus accesos; movilidad y equipamiento;
un mejor servicio aeroportuario, y seguridad hídrica.
¿Cuál es la importancia de la asociación público privada para ejecutar los proyectos?
Llevamos 30 años demostrando que las obras públicas pueden financiarse de distintas maneras y la asociación público privada es una de ellas. Seguiremos trabajando con este modelo que nos ha llevado a tener obras de aeropuertos, carreteras, autopistas, hospitales y cárceles que con recursos directos del Estado jamás hubiéramos podido construir.
Por otra parte, en estos 30 años hemos aprendido y la situación del país es diferente.
Los contratos hoy nos permiten ser mucho más estrictos y estamos revisando los temas
tarifarios y otros aspectos controversiales donde tenemos espacios de mejora. Sin embargo, esta asociación no está en discusión y, prueba de ello, es la importante cartera que tenemos para los próximos años por una inversión total de US$ 13.258 millones.
La colaboración entre los privados y el MOP es imprescindible para el desarrollo. Pero quiero ser clara: las obras las financia y construye el sector privado, pero las obras son públicas por lo que son de todos los chilenos.
¿Qué invitación le haría a la CChC?
La construcción es el músculo que mueve a Chile y tenemos que trabajar en conjunto.
Desde el MOP haremos todos los esfuerzos para que esta sociedad que hemos ido creando con los años perdure. Solo trabajando juntos superaremos estos años que han sido complejos y estoy convencida de que esto es lo mejor para el país.